Día de carretera y equivocaciones
Las Cabezas de San |
La salida de las Cabezas de San Juan, como viene siendo la
norma en la Provincia de Cádiz, está mal señalizada. Le hemos preguntado a un
señor por la autovía y nos ha mandado a la Nacional, la cual también llega
donde queríamos pero dando mucho más rodeo. Antes de llegar a ella hemos
atravesado campos y campos de cereales paralelos a un canal. Al llegar a un
cruce entre la autovía y la nacional hemos intentado acceder a la vía de
servicio que pensábamos que tenía. Casi nos metemos en la autovía, así que
vuelta hacia atrás y a buscar otro acceso. Finalmente hemos saltado el
quitamiedos y
nos hemos metido por un camino que terminaba de forma abrupta en
un río, el cual no podíamos cruzar. Vuelta hacia atrás hasta la Nacional que
nos llevaba a Palacios dando bastante rodeo pero por lo menos sabíamos que era
una alternativa segura. Después de Palacios, Dos Hermanas y ya estábamos en
Sevilla, tarde pero allí estábamos.
Llegando hacia medio día, 2 horas en la
capital Andaluza nos han llevado a la Plaza de España, Jardínes de María Luisa,
La Catedral con la Jiralda, la Torre del Oro y finalmente, al Puente de Triana
por el que se abandona la ciudad y a partir de él el camino está perfectamente
señalizado.
Tras abandonar la ciudad nos adentramos en Camas, y luego por
carretera llegamos a Santiponce donde están las ruinas de Itálica, ciudad
fundada por Escipión el Africano cuya finalidad fue ser Hospital de campaña en
la guerra contra Cartago. En ella se encuentra uno de los mayores anfiteatros
con capacidad para 25.000 espectadores. A pesar de encontrarla cerrada por la
parte de atrás se puede observar parte de las ruinas.
Para finalizar el camino a través de una pista hacia
Guillena nos hemos encontrado al primer
peregrino de la ruta, un señor de Ciudad Real que empezaba su aventura en
Sevilla. Pero antes llegamos a la altura
del arroyo de los Molinos que como consecuencia de que lleva mucho agua lo
tenemos que vadear por una terreno un tanto abrupto.
Llegamos a Guillena, un pueblo pequeños donde el albergue
está lleno así que vamos a un hostal. Y allí recuperaremos fuerzas para mañana.
La vía en la provincia de Sevilla está muy bien señalizada y
no tenemos problemas ni damos muchos rodeos
para encontrar el camino, un aspecto fundamental para la tranquilidad del
peregrino donde la incertidumbre de no saber si vas bien y los pasos que has de
volver hacía atrás para comprobar la ruta nos hacen perder mucho tiempo.
Ohhh Sevilla!!! Me encanta!
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