lunes, 21 de abril de 2014

DIA 7. CARCABOSO --- CALZADA DE BÉJAR

Distancia: 67 Km



















MITAD DEL CAMINO

Hoy toca subir al puerto de Béjar, así que antes de salir vamos a la panadería para comprar pan para comer por el camino.


La salida para no variar es a través de pista y campos de cultivo y ganados próximos a la localidad. Pronto la pista se adentra en dehesas, y durante unos kilómetros el camino es por un camino muy cómodo de transitar. De repente a la derecha vemos un mohón del camino y pensamos que indica seguir recto, así que continuamos por la misma pero después de un kilómetro sin ver nuevas señalizaciones decidimos volver hacia atrás. Efectivamente a nuestra izquierda vemos dos bicigrinos que nos hacen señas para indicarnos que el camino va por donde ello están, así que allí vamos y regalamos a nuestras piernas 2 km de más...
El camino ahora ya no es una pista, se ha transformado en una senda que al principio está bastante bien pero al ser una zona muy húmeda los barrizales se suceden unos tras otros y es muy difícil atravesarlos teniendo que bajar cada vez de la bicicleta para buscar el lugar más adecuado. Los pies acaban empapados y en uno de ellos a Salvador se le clava una rueda en la mezcla de agua, barro y hierva y se tira en plancha a la piscina, cayendo sobre blando pero mojado de arriba a abajo. En ese momento no hay risas pero luego el cachondeo está asegurado.



Además de los muchos ríos, encontramos muchas puertas que abrir y cerrar. Todo ello hace que perdamos mucho tiempo antes de llegar a Cáparra lo que será nuestra mitad de camino hacia Santiago de Compostela.





En el camino hacia los restos romanos no encontramos con dos bicigrinos portugueses que luego conoceremos más adelante.
En Cáparra encontramos el conocido tetrapylum es el edificio más importante que ha sobrevivido hasta la actualidad. Se trata de un arco cuadrifronte, el único en España de sus características. Se sitúa en el centro de la ciudad, bordeado por el Foro y los baños públicos y otros monumentos principales. La ciudad no se sabe con exactitud a que época pertenece bajarándose la posibilidad por los escritos encontrados ser prerromano. 
En Cáparra almorzaremos y nos haremos unas fotitos y seguimos por camino y continuamos con agua aunque ahora son ríos que cruzamos sobre piedras cargando en ocasiones la bicicleta para evitar que se mojen las alforjas. Así tengo yo la espalda ahora, toda dolorida. Cuando nos aparece la carretera nacional 630 la tomamos (no tiene tráfico) porque la A-66 va al lado y el camino va paralelo también.
En un lado de la carretera encontramos a los portugueses que tenían problemas con una de sus alforjas. Paramos a ayudarles, y  vemos que tienen poca herramienta para poder arreglarlo. Salvador saca su herramienta y un periquete lo tienen arreglado... quedando muy agradecidos.
Sobre las 12: 30hrs alcanzamos a Augusto y no pega un grito para desearnos buen camino ya que en ese momento estábamos por la carretera. Le deseamos lo mismo y le decimos adiós. Llevaba 32 km ya, una máquina andante.
Seguimos ya por carretera para empezar a subir hacia Aldeanueva del camino y Baños de Sotomayor. Antes de llegar a Baños paramos a comer y descansamos a la sombra ya que son las 3.00 hrs y es casi imposible pedalear del calor que está haciendo, 34 ºC. Cuando llegamos a Baños paramos a tomar un referesco y esperamos a que el sol deje de calentar de esa manera retomando la ruta a las 5.00hrs.


Subimos el puerto de Béjar rápido y una vez allí tomamos el camino que tiene una bajada muy abrupta y yo me he quedado sin freno trasero.

Pasando el puente Magdalena hay que volver a subir 1 km con una fuerte pendiente que después de todo el día me han parecido 2-3 km llegando a nuestro destino, Calzada de Béjar.
Este pueblo está en lo alto de la montaña y tiene poca cobertura. Nos alojamos en el albergue Alba-Soraya donde está todo muy bien acondicionado. Allí coincidimos con nuestros compañeros los portugueses.
Cenamos con ellos y hablamos del camino. Son padre e hijo también, y les gusta hacer cicloturismo, habiendo realizado el camino Francés, el Portugués y ahora parte de la ruta de la Plata. La cena es excelente: un caldo casero y lomo con ensalada. La hospitalidad de los hostaleros es muy buena, así que os lo recomiendo si venís por estas tierras.


A las 10.00 hrs todos a dormir que mañana hay que madrugar.

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